Potenciar el autoconocimiento supone mejorar la comunicación en tu empresa.
Todas las personas no somos iguales, tenemos físicos, mentes, aptitudes, comportamientos, inquietudes y circunstancias diferentes. Estas diferencias deben tenerse en cuenta en la organización y dirección de grupos de personas, como es el caso de las empresas. Por esta razón es importante potenciar el autoconocimiento entre personas, en los equipos, en los líderes y en las organizaciones. Será el primer paso para entablar mejores relaciones, ser más eficaces y mejorar la comunicación en tu empresa.
¿Has oído hablar de la teoría psicológica de Carl Jung y el modelo Insights de colores para mejorar la comunicación en tu empresa?
¿Te imaginas clasificar a las personas de tu alrededor – jefes, compañeros de trabajo o clientes- en un color para saber cómo interactuar con ellos?
Partimos de cuatro tipos fundamentales de energías, cada uno asociado a un color, que pueden definir a grandes rasgos el comportamiento de las personas. El modelo simplificado cataloga el rojo, azul, verde y amarillo, pero realmente la teoría completa abarca mayor número de tonalidades.
No hay “colores” mejores ni peores.
Cada uno de nosotros tenemos los cuatro tipos de energía, aunque seguramente una o dos son predominantes. Es la combinación de las cuatro la que marca nuestro carácter y comportamiento y, que pueden ser mejores o peores, ante determinadas situaciones, tareas o profesiones.
Los cuatro colores que representan las energías son:
1. Azul:
Son personas analíticas, objetivas, exigentes, aplicadas, perfeccionistas, con visión científica, abiertas al cambio siempre que sea justificado, prefieren los trabajos intelectuales a los manuales y se manejan bien con las nuevas tecnologías.
Los azules son distantes y de entrada no se llevan ni bien ni mal con nadie, son muy legalistas y formales por lo que no les gusta que se salten las normas. Son los típicos que hacen una hoja de cálculo para todo y llevan la agenda siempre encima. Su mesa de trabajo suele estar muy bien organizada, prácticamente impecable. Ven a los amarillos demasiado caóticos y a los verdes demasiado espirituales y sentimentales.
2. Rojo:
Son personas seguras de sí mismas, decididas, competitivas, dominantes, autoritarias, con actitud de liderazgo e iniciativa, se centran en las soluciones no en los problemas.
Los rojos van directos al grano, no les gusta que la gente se enrolle y se ande con rodeos para pedir las cosas, por eso a veces pueden parecer bordes o prepotentes. Les gusta dirigir y ordenar para poner en marcha proyectos. Con los azules se complementan bien, pues aúnan la fijación en los resultados.
3. Amarillo:
Son personas sociables, creativas, espontáneas, impuntuales, entusiastas, poco constantes pero dispuestas a participar, dispersas, no les gusta recibir ordenes prefieren organizarse dentro de su propio caos.
Los amarillos se llevan a nivel personal genial con todo el mundo, les encanta la gente, les gusta hablar. Les gusta ser el centro de atención. La forma a veces autoritaria de los rojos oprime su forma de ser, pero suelen no hacer caso. A los azules los ven sosos y aburridos. Con los verdes se llevan especialmente bien, pues éstos siempre están receptivos.
La mesa de trabajo de un amarillo suele estar desorganizada. Un amarillo se levanta muchas veces de la mesa, porque se le ha olvidado coger eso o aquello, es fácil encontrarlo en la máquina del café o charlando con otros.
4. Verde:
Son personas empáticas, constantes, pacientes, tolerantes, dóciles, democráticas, buscan la armonía del grupo y se estresan con las prisas y los plazos, pero son buenas acatando órdenes.
Los verdes están en otras cosas, su taichí, su karma… Suelen comprender a todo el mundo, son tranquilos y serenos pero una excesiva presión pueden estresarles en exceso. Con otro verde se lleva fenomenal por supuesto… está en su onda…
El capital humano es fundamental, hay que cuidarlo y gestionarlo adecuadamente.
Un equipo en el que realmente las personas se conocen, se comprenden a sí mismas y a los demás, marca una diferencia positiva en todo lo que hacen. Serán más asertivos a la hora de comunicarse, de pedir las cosas, aprenderán a tolerarse y complementarse.
Además conocer todos los aspectos del personal ayudará a configurar y organizar el equipo asignando tareas, funciones y responsabilidades.
Lo ideal sería agrupar las mejores características de cada tonalidad. La determinación de los rojos para afrontar los desafíos; las dotes comunicativas de los amarillos, que sin duda hacen más grato y satisfactorio el devenir cotidiano; la serenidad y la sensibilidad de los verdes para generar bienestar en nosotros mismos y con la gente que nos rodea; y la capacidad reflexiva de los azules que es lo que nos ayuda a aprender y a mejorar.
Ahora que ya sabes las principales características de cada color, sabrías decir cuál es el tuyo? Para salir de dudas puedes hacer el test gratis aquí